Exposición  actual

OTRA FORMA DE BELLEZA

 

“La belleza es inalcanzable, pero es lo que     da sentido al arte; es lo desconocido”.

                                   Richard Pousette-Dart.

 

 

 

Lucrecio Oteiza vive en Nueva York entre 1970 y 1982, donde conoce los diferentes movimientos artísticos que allí se producen, interesándole en especial el expresionismo abstracto.

 

 En 1950 en EE. UU. surgió el grupo conocido como “los irascibles”, 18 pintores y 10 escultores firman una carta contra la política de exposiciones del Metropolitan Museum, que había tomado partido por la tradición, la figuración y los pintores regionalistas en detrimento del arte moderno. Ellos eligen el arte abstracto como forma de expresión, que no era sino un modo de protesta; el nuevo arte pretendía defender lo nuevo, abandonar el arte figurativo, ir contra la tradición, contra lo establecido, contra el color y el espacio, en definitiva, contra todo convencionalismo.

 

Oteiza se encuentra cómodo con el expresionismo abstracto, se inspira en las noticias del acontecer diario, ya sean de prensa o medios audiovisuales, y manifiesta su crítica contra la injusticia; lo vemos en las figuras de los emigrantes (2005-2006); asimismo en los ahorcados (2013-2014); y en las obras más recientes sobre la guerra, donde manifiesta la tragedia, el horror y la crueldad de la humanidad a través del color y el trazo zigzagueante de líneas; otros cuadros significativos donde los humanos aparecen defecando como crítica a las perforaciones de la tierra para extraer recursos energéticos con el peligro que ello encierra para el planeta y la salud, los vemos en el Fracking Guantánamo; en todas estas obras consigue impactarnos con su dramatismo y personal modo de mirar. También es significativa la obra El desierto patagónico donde los colores son mates, apagados o mortecinos (prioritariamente amarillos y granates), como es propio de una tierra seca y árida, siendo espectacular el de gran formato (2 x 2).

 

En la presente muestra, que podemos ver paralelamente en la Galería de Ra del Rey y en la Sala esga dá, ambos espacios en Madrid,  Oteiza expone 44 cuadros, 10 de ellos en formato de dos metros por dos metros, siendo, quizá, en estos cuadros de mayor tamaño donde mejor se aprecia el dominio de la técnica y la acción gestual, ahora trabajadas con mayor libertad, y las pinturas por goteo, que nos recuerdan a Pollock, y son una constante en su quehacer, siendo éste artista uno de los que más le han interesado desde el inicio de su carrera.

 

Utiliza, Oteiza, el acrílico y el esmalte industrial, ya sea sobre tabla o lienzo, consiguiendo con este último un efecto casi vidriado en unas zonas y corrugado en otras, por efecto del volumen de la pintura, dejando zonas vírgenes donde se ve el laminado crudo de la madera; en cuanto al color tiene un predominio de rojos, verdes y amarillos, todos ellos muy intensos, sin olvidarnos del blanco y el negro, donde manifiesta descarnadamente el campo de la luz invadido por la brusca oscuridad.

 

Lucrecio Oteiza coincide con “los irascibles” en la protesta, el inconformismo, y la preferencia de la abstracción, demostrándonos un saber hacer donde podemos apreciar su personal forma de captar la belleza.                                                                  

 

      Scardanelli*.

*Es miembro de la Asociación Española e Internacional de Críticos de Arte.